Allá donde vayamos seguiremos con alemán

Estos cuatro años de alemán han sido muy positivos. Recordamos los nervios  y miedos del primer día. ¡Un nuevo idioma! Pensábamos que iba a ser una asignatura complicada. Pero en cuanto comenzamos a estudiarlo, todos los estereotipos que habíamos oído desaparecieron y enseguida descubrimos que no es tan difícil.

Empezamos de cero y poco a poco iba cogiendo forma, aprendiendo cosas nuevas cada año. Además de la gramática, trabajábamos la escritura, la comprensión lectora y la auditiva. Y, sobre todo, en clase tratábamos siempre de hablar en alemán todo lo posible, para mejorar nuestra fluidez y capacidad de expresión. Así hemos pasado de simples frases a diálogos con cierta soltura.

Ha sido una gran experiencia porque, a la vez que aprendíamos el idioma, también descubríamos la cultura de ese país. Como cuando la profesora nos contaba cosas de donde ella había nacido y vivido. O cuando nos visitó una chica que se llamaba Sarah. Sin olvidar los proyectos a través de internet, gracias a los cuales nos hemos puesto en contacto con estudiantes alemanes. Ellos nos han hablado de sus ciudades, aficiones, costumbres,… que no son tan distintas a las nuestras. Con algunos seguimos relacionándonos todavía por medio de las redes sociales.

Esos proyectos son una de las cosas que más nos han gustado. Han sido una manera interesante de aplicar nuestros conocimientos y darnos cuenta de que realmente lo que estábamos estudiando resultaba útil y práctico.

Nos lo hemos pasado bien aprendiendo algo que sabemos es una importante herramienta que nos abrirá más de una puerta en el futuro.

 

Alumnos de alemán de 4º ESO