• Ante todo ponte siempre en el lugar del otro. No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
  • A nadie le gusta que le tiren las cosas, que le insulten, que se rían de él o que le llamen con motes. Aunque creas que no, eso puede hacer mucho daño.
  • No juzgues a nadie por las apariencias, no te dejes llevar por la opinión de los demás acerca de un compañero. Acércate trata de conocerle mejor. El hecho de que alguien no te caiga bien, no implica que utilices la violencia de ningún tipo.
  • No excluyas a nadie de tus actividades, de tus juegos, trata de entender como te sentirías tú si te excluyeran.
  • No digas mentiras sobre otros, no difundas rumores, no utilices Internet o el anonimato del móvil para hacer daño o amenazar.
  • Cuando tengas conflictos debes aprender a resolverlos sin violencia. Negocia, dialoga. Cuando creas que puede existir un problema, trata de buscar todas las soluciones pacíficas que se te ocurran. Acude a un adulto si crees que no puedes resolverlo.
  • El acoso no es solo un daño físico (pegar, empujar,) eres también acosador, cuando hieres con palabras, con insultos, tratando de aislar a alguien, mintiendo sobre el o ella, haciendo que se sienta solo, mal y triste. No lo olvides.
  • Aunque creas que eres el mejor, el líder, no tienes amigos que te quieran, quizás sólo te teman.
  • Si utilizas ahora la violencia, ella te acabará utilizando a ti.
  • La violencia no parará aquí. Si la utilizas hoy, nunca será suficiente, engendrará más y más violencia y puede arruinar tu vida y tu futuro.